El huracán Otis, el decimoquinto ciclón tropical de la temporada 2023 en el Pacífico, tomó por sorpresa a México al intensificarse de manera inesperada, alcanzando la categoría 5. A pesar de las proyecciones iniciales del Centro Nacional de Huracanes (NHC), que subestimaron enormemente su potencial, Otis impactó en las proximidades de Acapulco, Guerrero, desatando una fuerza destructiva sin igual.
El impacto de Otis se tradujo en más de 500,000 interrupciones eléctricas en todo el estado, afectando instituciones hospitalarias, establecimientos hoteleros y dejando a comunidades enteras en la oscuridad. Infraestructuras urbanas, desde complejos comerciales hasta emisoras radiales, sufrieron daños severos, y las vías de comunicación quedaron interrumpidas.
Los daños a la propiedad fueron significativos, con inmuebles colapsados, techumbres derrumbadas y establecimientos hoteleros devastados. El Aeropuerto Internacional de Acapulco quedó inoperable, y compañías aéreas suspendieron servicios en la región. Las pérdidas económicas estimadas superaron los 15 mil millones de dólares, convirtiendo a Otis en uno de los desastres climatológicos más costosos de la historia de México.
La respuesta ante la emergencia fue rápida y solidaria. El gobierno mexicano desplegó fuerzas armadas y servidores públicos para brindar asistencia a los afectados. Se habilitaron albergues temporales en diversas localidades, y a pesar de los desafíos, se coordinaron esfuerzos de rescate.
A nivel humano, el huracán Otis dejó un saldo trágico, con al menos 47 personas fallecidas y varias desaparecidas. La interrupción en el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano agregó una capa adicional de vulnerabilidad en áreas ya afectadas.
En medio de la devastación, la historia del huracán Otis también destaca la resiliencia y la solidaridad emergente. La comunidad enfrentó el desafío unida, demostrando que, incluso en los momentos más oscuros, la fuerza colectiva puede ser un faro de esperanza.
Costaline al rescate
En el corazón de Costaline late el compromiso con las comunidades que servimos. Después de la devastación causada por el huracán Otis en Acapulco, nuestra empresa de transporte se movilizó para brindar apoyo práctico y humano.
- Transporte de Brigadistas: Costaline en la Primera Línea de Apoyo
Cuando la urgencia llamó, Costaline respondió proporcionando transporte esencial a los valientes brigadistas que se enfrentaron al caos dejado por el huracán Otis. Nuestros vehículos sirvieron como enlaces vitales, llevando a los héroes que trabajaban incansablemente para restaurar la normalidad. En cada trayecto, compartimos el compromiso de estar en la primera línea de apoyo
2.Viajando con Esperanza hacia la CDMX
Para aquellos que buscaban refugio en la Ciudad de México después del huracán Otis, Costaline extendió sus manos y ruedas. Proporcionamos transporte seguro, confiable y gratuito para personas y sus queridas mascotas, creando un viaje hacia la seguridad y la esperanza. En medio de la adversidad, Costaline se esforzó por ser un puente que lleva a las personas hacia un mañana más brillante
3.Centros de Acopio en Taquillas: Costaline, un Enlace Solidario
En nuestras taquillas, no solo vendemos boletos, también construimos puentes hacia la solidaridad. Costaline estableció centros de acopio en nuestras instalaciones, invitando a la comunidad a contribuir con donaciones para los afectados por el huracán Otis. En cada entrega y recolección, reafirmamos nuestro compromiso de ser más que un servicio de transporte, sino un enlace sólido en la cadena de apoyo comunitario.
Estas acciones concretas de Costaline no solo brindaron ayuda práctica a las personas afectadas por el huracán Otis, sino que también demostraron un compromiso genuino con la comunidad y la solidaridad en tiempos difíciles.